En la primera
parte de este artículo, te mostramos cómo puedes planificar tu compra de
vivienda de forma eficiente y cómo puedes contar con la ayuda de un asesor
inmobiliario para ahorrar tiempo, dinero y seguridad.
En esta
segunda parte, te mostraremos cómo puedes iniciar la búsqueda, comparar
opciones, presentar una oferta, negociar y cerrar el negocio en solo 30 días.
Sigue leyendo
y descubre cómo hacerlo posible.
La búsqueda
es la fase en la que se consulta la oferta disponible, se visitan las viviendas
que se ajustan a los criterios definidos y se seleccionan las opciones que más
interesan. Para reducir el tiempo que dedicas a esta etapa, debes seguir estos
consejos:
Internet es
una herramienta muy útil para buscar viviendas, ya que te permite acceder a una
gran cantidad de información, fotos, videos, mapas, opiniones, etc.
Además,
puedes filtrar la búsqueda según tus preferencias y comparar diferentes
opciones sin moverte de casa. Así, podrás hacer una preselección de las
viviendas que más te gustan y descartar las que no te convienen.
Una vez que
hayas hecho una preselección de las viviendas que te interesan, debes
visitarlas personalmente para comprobar su estado, su ubicación y su ambiente.
Sin embargo, no pierdas tiempo visitando viviendas que no cumplen con tus
requisitos o que están fuera de tu presupuesto.
Visita solo
lo que te interesa y hazlo de forma organizada, aprovechando el tiempo y el
desplazamiento.
Aunque tengas
claro lo que quieres, debes ser flexible y estar abierto a otras opciones que
puedan sorprenderte. A veces, una vivienda que no cumple con todos tus
criterios puede tener otras ventajas que la hacen más atractiva, como un precio
más bajo, una mejor ubicación, una mayor posibilidad de reforma, etc.
Por eso,
debes ser flexible y valorar cada opción en su conjunto, no solo por sus
características individuales.
Si sigues
estos consejos, podrás reducir el tiempo que dedicas a la búsqueda de vivienda
y encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas.
La oferta es
la fase en la que se presenta una propuesta formal al vendedor, se negocian las
condiciones y se firma un contrato de promesa de compraventa. ¿Pero como
reduces en esta etapa el tempo?
Cuando
encuentres la vivienda que quieres comprar, debes hacer una oferta al vendedor,
teniendo en cuenta el precio de mercado, el estado de la vivienda, la demanda,
la competencia, etc.
No ofrezcas
un precio demasiado bajo, ya que puede ofender al vendedor y hacer que rechace
tu oferta. Tampoco ofrezcas un precio demasiado alto, ya que puede hacer que
pagues más de lo que vale la vivienda.
Haz una
oferta razonable, que sea justa para ambas partes y que deje margen para la
negociación.
Además del
precio, debes negociar las condiciones de la compra, como la forma de pago, el
plazo de entrega, la distribución de los gastos, las garantías. Para ello,
debes tener claras tus prioridades y tus límites, y estar dispuesto a ceder en
algunos aspectos para conseguir otros.
Una vez que
hayas llegado a un acuerdo con el vendedor, debes formalizarlo mediante la
firma de un contrato. Este contrato es un documento legal que establece las
condiciones de la compra y que compromete a ambas partes a cumplirlas.
Además,
implica el pago de una cantidad de dinero, que suele ser el 10% del precio de
la vivienda, como garantía de la operación. Este contrato te da seguridad
jurídica y te permite reservar la vivienda hasta el momento del cierre.
El cierre es
la fase final, en la que se formaliza el financiamiento, se realizan las
gestiones legales, se firma la escritura pública y se entrega la vivienda. Estos
ya son tiempos de terceros, por lo que no podemos ser muy diligentes para
reducirlos, pero si agilizarlos si tenemos todo organizado.
Si vas a
recurrir a un crédito hipotecario, debes formalizarlo con la entidad financiera
que hayas elegido. Para ello, debes presentar la documentación requerida, como
el contrato de promesa de compraventa, el certificado de tus ingresos, el aval,
etc.
También debes
revisar las condiciones del crédito, como el plazo, la tasa, las cuotas, los
seguros, y firmar el contrato correspondiente. Este trámite puede demorar entre
5 y 10 días, dependiendo de la entidad financiera y de tu situación.
Antes de firmar
la escritura pública, se hará un estudio de títulos, donde te solicitaran el
certificado de tradición y libertad, que acredita la propiedad y la situación
jurídica de la vivienda; solicitar el certificado catastral, que acredita la
situación física y fiscal de la vivienda; solicitar el certificado de pago de
impuestos, que acredita que la vivienda está al día con sus obligaciones
tributarias; y solicitar el certificado de pago de administración, que acredita
que la vivienda está al día con sus obligaciones con la copropiedad.
Estas
gestiones pueden demorar entre 5 y 10 días, dependiendo de la entidad que las solicite
y de la situación de la vivienda.
Una vez que
hayas realizado las gestiones legales, debes firmar la escritura pública, que
es el documento que transfiere la propiedad de la vivienda del vendedor al
comprador.
Para ello,
debes acudir a una notaría, junto con el vendedor, y el representante de la
entidad financiera, si es el caso. Allí, debes revisar la escritura, verificar
que los datos sean correctos, pagar los gastos notariales y los impuestos correspondientes,
y firmar el documento.
Por último,
debes recibir la vivienda, que es el momento en el que el vendedor te entrega
las llaves y te cede la posesión de la vivienda. Para ello, debes hacer una
inspección de la vivienda, comprobar que se encuentre en las condiciones
pactadas, verificar el funcionamiento de los servicios, revisar el inventario
de los elementos que se incluyen en la venta, y firmar el acta de entrega.
Comprar una
vivienda es una decisión importante que requiere tiempo y planificación. Sin
embargo, hay formas de reducir el tiempo que se tarda en comprar una vivienda y
lograr tu sueño.
En este
artículo, te hemos mostrado cómo puedes planificar tu compra de vivienda de
forma eficiente, cómo puedes contar con la ayuda de un asesor inmobiliario,
cómo puedes iniciar la búsqueda, comparar opciones, presentar una oferta,
negociar y cerrar el negocio en solo 30 días.
Esperamos que
esta información te haya sido útil y que puedas aplicarla en tu próximo proceso
de compra de vivienda.
Recuerda que
comprar una vivienda es una inversión que puede mejorar tu calidad de vida y tu
patrimonio. Por eso, no dejes pasar la oportunidad y haz realidad tu sueño de
tener tu propia vivienda.
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