Si estás buscando comprar una vivienda, sabes lo importante que es contar con un buen agente inmobiliario. Que te ayude a encontrar la vivienda de tus sueños, negociar el mejor precio y facilitar todo el proceso de compra.

Pero, ¿qué pasa si te encuentras con un agente poco profesional? ¿Cómo puedes identificarlo y evitar que arruine una de las decisiones más importantes de tu vida?

En este artículo, te vamos a dar algunos consejos para que sepas cómo lidiar con agentes poco profesionales y cómo elegir a uno que te ofrezca un servicio de calidad.

Así podrás comprar la vivienda que se adapte a tus necesidades y expectativas, sin tener que sufrir estrés, frustración o decepción.

Uno de los aspectos más importantes que debes tener en cuenta a la hora de elegir a un agente inmobiliario es su experiencia y conocimiento del mercado.

Un buen agente debe tener una trayectoria comprobable sobre el mercado, conocer bien la zona donde quieres comprar, estar al día de las tendencias y los precios, y tener una red de contactos que le permita realizar el proceso de compra sin muchas complicaciones.

Puedes encontrar agentes sin ninguna experiencia, desconocen el mercado, ofrecen las propiedades que no se ajustan a lo que buscas, o intentar venderte la primera propiedad donde lo conociste, sin importarle si es la mejor opción para ti.

Para evitar caer en las manos de un agente así, te recomendamos que investigues su reputación, que le pidas referencias de clientes anteriores. Lo más importante es que le hagas preguntas específicas sobre la vivienda que te interesa y el mercado en general. Así podrás evaluar su nivel de experiencia y conocimiento, y descartar a los que no te den confianza.

Otro aspecto clave que debes valorar es su capacidad de comunicación. Un buen agente debe ser capaz de escuchar tus necesidades, preferencias y objetivos, y ofrecerte propuestas que se adapten a ellos.

También debe ser capaz de explicarte con claridad y honestidad las características, ventajas y desventajas de cada vivienda, y resolver todas tus dudas y consultas.

El contrario, es poco atento, evasivo o mentiroso. Puede ignorar tus peticiones, presionarte para que tomes una decisión rápida, ocultarte información relevante o engañarte sobre el estado, el precio o la disponibilidad de la vivienda.

Para evitar lidiar con un agente así, te aconsejamos que establezcas una comunicación fluida y frecuente con él, que le expreses claramente lo que esperas de su servicio, que le pidas que te informe de cada paso que dé, y que le exijas transparencia y sinceridad en todo momento.

Así podrás detectar si hay alguna incongruencia o inconsistencia en su discurso, y reclamarle si no cumple con lo acordado.

Un buen agente debe ser respetuoso, puntual, organizado y eficiente. Debe cumplir con sus compromisos, respetar los plazos, seguir las normas y los procedimientos, y tener una actitud positiva y proactiva.

El contrario, puede ser irrespetuoso, impuntual, desordenado e ineficaz. Puede incumplir sus promesas, retrasar los trámites, saltarse las reglas y los protocolos, y tener una actitud negativa y pasiva.

Para evitar tener que soportar a un poco profesional, te sugerimos que le expongas tus expectativas, que le fijes unos plazos y unas condiciones, que le pidas que te entregue toda la documentación necesaria, y que le hagas un seguimiento constante de su trabajo. Así podrás comprobar si cumple con su deber, y tomar medidas si no lo hace.

¿Qué marcar la diferencia entre un buen y un mal agente? Es su habilidad para negociar, es capaz de defender tus intereses, conseguirte el mejor precio y las mejores condiciones, y cerrar el trato de forma satisfactoria para ambas partes.

Por el otro lado, puede ser incapaz de negociar, dejarse influir por el vendedor o por sus propios intereses, o intentar cobrarte comisiones o gastos excesivos o injustificados.

Para evitar que un agente inmobiliario poco profesional te perjudique en la negociación, infórmate bien sobre el valor de la vivienda, que compares diferentes ofertas, que establezcas un presupuesto y unos límites, y que no aceptes nada que no te convenza o que no entiendas. Así podrás tener un criterio propio, y evitar que te engañen o que te cobren de más.

 

Un aspecto que a veces se pasa por alto, pero que puede ser muy importante, es la química que se establece entre el comprador y el agente inmobiliario.

Un buen agente debe ser capaz de generar una relación de confianza, empatía y simpatía con el cliente, y hacer que se sienta cómodo y acompañado en todo el proceso de compra.

Un agente inmobiliario poco profesional, por el contrario, puede generar una relación de desconfianza, antipatía y tensión con el cliente, y hacer que se sienta incómodo y solo en todo el proceso de compra.

Para evitar tener que tratar con un agente inmobiliario poco profesional, te aconsejamos que elijas a uno con el que te sientas a gusto, que compartas tus inquietudes y tus emociones, que le pidas que te apoye y te aconseje, y que le agradezcas su trabajo. Así podrás crear un vínculo positivo, y disfrutar de una experiencia de compra más agradable y gratificante.

Como has visto, elegir a un buen agente inmobiliario puede ser la clave para comprar la vivienda que deseas, sin tener que pasar por malos momentos.

Por eso, te recomendamos que sigas estos consejos para identificar y evitar a los agentes inmobiliarios poco profesionales, y para encontrar a uno que te ofrezca un servicio de calidad.

Recuerda que comprar vivienda es una de las decisiones más importantes de tu vida, y que mereces hacerlo con tranquilidad, seguridad y satisfacción.

No dejes que un agente inmobiliario poco profesional te lo impida. Busca a uno que te entienda, te ayude y te acompañe en este camino.

Te aseguramos que no te arrepentirás.