Esta relación está
pasando por un momento bastante difícil, gracias a la incertidumbre
inflacionaria que se presenta hoy en día en toda LATAM.
En Colombia donde
el 35% de la población viven en arriendo, es decir más o menos unos 17
millones, representado mayormente en el estrato 3 con 26.2%, seguido de estratos
2 y 4 con el 22% cada uno. A lo que le sumamos un salario mínimo que no cubre
la devaluación que enfrenta el Peso Colombiano.
Por lo tanto, el
promedio de ingresos de estos estratos socioeconómicos no alcanza para cubrir
el alquiler, de una propiedad que contenga todas las necesidades de los
diferentes estilos de vida.
Por lo tanto,
debemos, buscar ese equilibrio que nos permita tener una relación armoniosa
entre el ingreso, el estilo de vida para pagar el arriendo. Acá, encontraremos
algunos consejos que nos permitirán nivelar la balanza.
Uno de los
factores para determinar el valor del arriendo, son nuestros ingresos. Este
valor no debe ser superior al 35%. Es decir, que si tenemos $1.000.000 de
ingreso, nuestro presupuesto máximo de arriendo es de $350.000.
Esta estimación es
baja, llevándonos a pensar que no podemos encontrar una propiedad por ese
valor.
Pero podemos destinar
hasta un 50% del ingreso, manejando muy bien las finanzas y el estilo de vida.
Como ejemplo, poca deuda y vivir cerca del trabajo, dejando el resto para
servicios, alimentación y ahorro en transporte.
Para determinar el
valor del arriendo, debemos tener presente, nuestra estabilidad en ingresos,
grupo familiar y necesidades de estilo de vida.
En la mayoría de nuestros
gastos mensuales contamos con el pago de la vivienda, sea arriendo o cuota de
financiamiento.
Deferencia entre
la cuota y el arriendo es, que la primera dependiendo del tipo de
financiamiento no aumentar con la inflación, mientras el segundo que se ajusta
el canon de arriendo anualmente a está.
En promedio, para
cubrir las necesidades de vivienda, se buscan inmuebles de 2 a 3 habitaciones
en el estrato 3, cuyas ubicaciones nos llevan a considerar algunos factores.
Con el fin de lograr nivelar gastos que no estén amarrados al aumento del IPC.
Esto nos hace
pensar que nuestra aspiración de vivienda debe estar condicionada por nuestros
ingresos, para desligar esta percepción, lo ideal es tener un plan que nos
permita visualizar nuestros gastos y como los vamos a cubrir.
Comencemos por,
determinar cuáles son los ingresos reales, incluyendo si tenemos variables
(promedio), sin olvidar los descuentos por ley.
Este resultado nos
da paso a determinar, nuestros gastos fijos al mes y sus fechas de pago.
Observando de esta lista, cuales son realmente esenciales, esporádicos y cuales
se pueden obviar. Logrando, que el dinero nos alcance, para cubrir el arriendo
y nuestro estilo de vida.
Con todo este
panorama, nos lleva a la pregunta ¿Qué Alquilar? Para respondernos debemos comprender
muy bien nuestras necesidades de, ubicación, precio y motivación.
Con la primera,
analizamos factores que nos llevaran a determinar el precio que podríamos
pagar, a conocer si nos sentiremos motivados en ajustar nuestro estilo de vida,
frente al precio.
Es importante
recordar todo lo que incluye nuestro estilo de vida. Grupo Familiar, cercanías
que necesitamos, actividades de ocio, necesidades de transporte, etc.
Teniendo esta
lista definida más el presupuesto de alquiler, definida la ubicación y cuan
motivados estamos, nos indicaran cual es el inmueble que demos alquilar.
Estando equilibrado con nuestros ingresos.