Cuando vamos a
tomar la decisión de comprar vivienda, lo primero que se nos viene a la mente
es, ¿Cuál es el precio que puedo pagar?, para responder esta pregunta debemos
revisar varios factores.
Antes de comprar, debemos
comprender el significado de “asequibilidad”. Para ello, debemos considerar
varios factores, que van desde nuestra relación de deuda e ingreso hasta que
momento es el mejor para tomar la decisión.
Es decir, más allá
del precio, también debemos considerar, la funcionalidad, el estilo de vida y
las necesidades que vamos a cubrir con esta compra. Veamos algunos factores que
nos permiten saber si estamos listos.
Para comprar una
vivienda se debe involucrar el dinero. Debido a que, la mayoría no tenemos la
capacidad de un pago en efectivo, necesitaremos financiamiento, para lo cual
debemos ser atractivos para los bancos.
Para ello, debemos
verificar si después de organizar nuestras deudas mensuales, tenemos
disponibilidad del 43% de nuestros ingresos. Debido a que las entidades de
financiamiento consideran que el 30% de nuestros ingresos son para el pago de
vivienda.
¿Cómo llegamos a
ese número? Al realizar el balance de nuestros ingresos y deuda, uno de los
ítems es el pago de la vivienda, lo que nos permite dejar libre en nuestro
presupuesto mensual un valor real del 13%. Es decir, el 43% disponible obedece
a nuestro ingreso bruto del pago de arriendo más algo libre.
Con la relación
anterior, debemos mostrarnos atractivos para las entidades financieras, por lo
que ahora evaluaran, el famoso “cierre
financiero”, Qué es cuánto dinero necesitamos que nos presten para lograr
el precio que tenemos para comprar vivienda.
En esta parte se
incluye, la Cuota Inicial. Recordemos que a mayor cuota menos deuda. Esta Cuota
la consideramos como uno de los factores que nos impide avanzar, por la
carencia de esta.
Como explicamos,
la manera de alcanzar el número mágico, también, podemos tener la cuota
inicial, pero no sabemos dónde encontrarla. Al ubicarla, nos permite conocer
que porcentaje del precio podemos pagar con nuestros recursos, determinando,
cuál es el mejor método de financiación que nos ofrecen las entidades.
Con esto logramos,
ser aun más atractivos para los que nos otorgan el dinero para completar el
precio de la vivienda. Demostrando que tenemos claridad en nuestro objetivo de
compra y como lo vamos a lograr.
En el mercado
inmobiliario de Colombia, se estima una relación de 70/30, es decir, 30% del
precio como cuota inicial, el resto por medio de algún tipo de financiamiento.
Al ver ese
porcentaje, nuestra primera reacción es, ¡de
donde vamos a conseguir ese dinero! No, tenemos presente nuestro el precio
que podemos pagar. Desanimándonos para comprar si saber cuanto es el monto real
que necesitamos.
Para definir
nuestro presupuesto realicemos lo siguiente; tomemos el valor de nuestro
arriendo, el cual se proyecta como la cuota a pagar en el banco, este valor lo
multiplicaremos por el numero de cuotas del financiamiento, el resultado lo
dividimos por el 80%, dándonos el valor de lo que podemos comprar.
Para confirmar,
podemos hacerlo con un ingreso de 2 salarios mínimos, un arriendo de 30% de ese
valor, dando como resultado el valor de la vivienda de interés social.
Con el dato
anterior, podemos determinar cual es tipo de financiamiento que podemos tomar,
leasing o crédito, que porcentaje de cuota inicial debemos tener. Llegando a
valores del 10%, 20%, 30$ o más, como cuota inicial. Con estos números
definidos, podemos saber dónde obtener la anhelada cuota inicial.
Ya tenemos nuestra
situación financiera en control, nuestro próximo paso es, analizar como esta el
mercado inmobiliario. Este nos lleva a determinar, la ubicación, la
distribución y demás características básicas de la vivienda.
Una vez definamos
esto, nos haremos la pregunta ¿Es mejor alquilar o comprar? Para inclinarnos
por una o la otra alternativa, compararemos números, donde si la compra es
menor a la relación beneficio de alquilar, es un buen argumento a favor de
comprar.
No debemos dejar
por fuera de la ecuación, las implicaciones a largo plazo de la compra de
vivienda, gracias a la valorización es una buena forma de asegurar dinero.
Recordemos que, el
sector inmobiliario es uno de los mejores refugios, cuando hay incertidumbre
económica, es decir, depreciación, inflación, subida de tasas de interés, etc.
Lo más importante
de este análisis de mercado es comprender, como la inflación nos beneficia en
la compra de vivienda. Primero, cuando hay mayor inflación, aumentan los
precios de materiales de construcción, encareciendo los precios de vivienda
nueva.
¿Esto como nos
afecta? Permitiendo negociar mejores precios con la vivienda usada, negociar el
pago de la cuota inicial, etc. Es decir, podemos manejar la compra, ajustándola
a nuestras necesidades.