Antes de tomar una decisión por una vivienda, debemos estar absolutamente seguros de que es la correcta. Nos es difícil después de recorrer tantas opciones.

Esta decisión requiere de una serie de cuestionamientos, los cuales nos indicaran si las viviendas seleccionadas, satisfacen nuestras necesidades en el largo plazo.

Para ello tenemos algunas preguntas que nos acercaran a elegir la mejor opción.



Muchas veces perdemos el tiempo recorriendo vivienda que no podemos pagar. Recordemos que hay costos a considerar más allá del precio de venta. Estos pueden ser, impuestos, seguros, mantenimientos y renovaciones.



Comprender el motivo real de la venta, puede ayudarnos a obtener una mejor oferta, determinando que tan flexible puede ser el vendedor a una eventual negociación.

Dependiendo de la urgencia del vendedor, nos permite presentar una forma de pago más ajustada a nuestras necesidades, en forma de tiempo.



Por lo general consideramos que lo visto en el recorrido se incluye al cerrar la negociación. Sin embargo, hay elemento que en realidad no están.

Este pequeño error, nos lleva a organizar mal nuestro presupuesto de adecuación, incrementando su costo. Ya que cuando cerramos la negociación, nos damos cuenta de lo que nos estaba incluido.

Por lo anterior, debemos asegurarnos antes de formalizar la oferta, que está incluido en el trato.



En algunos casos, los registros y las descripciones de la vivienda coinciden. Es decir, se anuncian 4 habitaciones, pero una puede ser una adición no registrada. Por lo tanto, no se encuentra en realmente en el área construida, trayendo inconformidades para los evaluadores y en el financiamiento.

Conocer el historial de mejoras nos ayuda a comprender mejor la condición del inmueble y el precio que espera el vendedor. No todas las remodelaciones son funcionales, por lo que no justifican un incremento en el precio.



Este indicador nos permite, determinar cuan motivo esta el vendedor por cerrar el trato. Encontrando flexibilidad para negociar el precio, las contingencias, los términos, los periodos del crédito u otros problemas.

También el tiempo en el mercado, nos indica lo que ha sucedido con el precio, las reducciones al precio, las condiciones de la vivienda, las posibles remodelaciones. Todos factores que nos permiten realizar una buena negociación.



Obtener la verdadera sensación de un barrio es difícil, pero este aspecto no debe pasarse por alto. Por lo que debemos conseguir respuesta a, ¿los vecinos son ruidoso?, ¿Amigables o ermitaños?, ¿Las mascotas y sus alrededores?

No podemos confiar en el vendedor para darnos estas respuestas. Lo mejor es recorrer el vecindario, haciendo pequeñas pausas, dialogando con los vecinos que se encuentre. Esto, son una fuente de información sobre la comunidad.