Prepararnos para la compra de nuestra próxima vivienda,
con la ayuda de una hoja de ruta nos asegura el éxito.
Si estamos buscando comprar vivienda, un pago inicial
saludable nos ayuda a pagar menos a largo plazo. Prepáranos para un
financiamiento, comprendiendo los factores sobre la situación financiera y más
encontraremos en esta ruta para alcanzar nuestra meta.
Ahorrar para el pago inicial, requiere que hagamos
cambios en nuestro estilo de vida, los hábitos de gastos y aumentar nuestros
ingresos adicionales.
Para comprender como ahorrar, debemos primero evaluar
nuestra situación financiera, identificando nuestro presupuesto y cual es el
valor adecuado para tomar la decisión.
Una buena forma es comenzar a ahorrar el 30% de nuestros
ingresos, para nuestra cuota inicial. De esta forma no afectaremos nuestro
gasto de estilo de vida al cancelar la cuota del financiamiento, cuando ya
seamos los felices compradores.
Lograr lo anterior, significa que debemos desarrollar una
forma de seguimiento de nuestros gastos y apegarnos al plan de ahorro. Además
de tener claro el balance de nuestros ingresos frente a los gastos.
La mejor fórmula financiera para lograr nuestro objetivo
es; 50-30-20. Lo que significa con nuestros ingresos realizamos la siguiente
distribución; 50% para nuestro estilo de vida, 30% para la compra de vivienda y
20% para ahorro. De esta forma desarrollamos un verdadero plan para cumplir
nuestras metas.
Al realizar un presupuesto mensual, analizamos nuestros
hábitos de gastos. Podemos tener el control de este a través de innumerables
aplicaciones que llevaremos constante en nuestro teléfono.
Ahora es el momento de poner el plan en acción, investiguemos
las oportunidades de crecimiento rápido de nuestro ahorro, pero que sean
seguras y fáciles de volver efectivo cuando lo necesitemos.
A este plan de ahorro, debemos colocar nuestros ingresos
adicionales. Por ejemplo; Las vacaciones, primas laborales, comisiones y otros
ingresos extras que tenemos por nuestras actividades.
Al mantener la regla del 30%, sobre estos valores,
nuestro ahorro crecerá exponencialmente, reduciendo nuestro tiempo de alcanzar
el monto de la cuota inicial. No veremos afectado nuestro estilo de vida, al
momento de recibirlos.
Estos son en los que sacamos de nuestro dinero para
compras que no satisfacen alguna necesidad básica. Si nos ponemos en la tarea
de analizar estos gastos que son diarios y eliminarlos, veremos como llegamos
más rápido a nuestra meta.
Para ello, debemos evitar los espacios donde nos veremos
tentados a gastar de manera imprudente. Aunque consideremos lo contrario, que no
son gastos innecesarios y somos capaces de hacer gastos prudentes, debemos
preguntarnos ¿Cuál es la principal causa para no comprar vivienda? nuestra
respuesta siempre será, la cuota inicial.
No nos damos cuenta de que, estos gastos nos alejan de
nuestro plan de compra. Así que, concentrémonos en los resultados que deseamos,
reduciendo los gastos hormiga, que después volveremos a retomarlos. Esperar
vale la pena.
Siempre pensamos que, existe un pago típico de la cuota
inicial. La verdad, no existe tal cosa. Si estamos realmente interesados, en
acelerar el proceso, tenemos opciones.
Para clasificar a esas opciones, tenemos pagos iniciales
del 10%, 20% de cuota inicial. Debemos analizar, la relación de estas opciones
con el tiempo y los intereses.
Si consideramos comprar vivienda nueva, pagamos el 30%
del valor, considerado cuota inicial, durante el tiempo de construcción del
proyecto.
Ahora si compramos vivienda usada, tenemos mayor cantidad
de oportunidades, solo es saber negociarlas, para llegar a nuestra meta de
comprar vivienda.
Es decir, no existe la cuota inicial típica, solo
descubrir como podemos pagarla, si en realidad deseamos ser propietarios en el
corto plazo.