Los bienes raíces son una herramienta de inversión lucrativa, en especial por los aumentos de los precios superiores a la inflación.

A lo anterior, se debe sumar el crecimiento de las ciudades y su costo para vivir en ellas. Lo que nos lleva, si comprar una vivienda es realmente la mejor inversión.

La decisión financiera más importante que tomamos es la compra de una vivienda, toda vez que, hacemos un patrimonio, siendo este el logro personal más alto.

Si esto es así, entonces ¿Por qué, Alquilar es botar nuestro dinero? nuestra respuesta debe ser congruente con nuestro estilo de vida, donde debemos evaluar los pros y contras de cada opción.

Por lo que debemos descartar el argumento de seguridad financiera que nos otorga la adquisición de una vivienda. La realidad, alguien que viva en alquiler puede lograr la misma seguridad, gracias a algunos factores.


Para determinar que es mejor financieramente, debemos entender como esta conformado el pago mensual de un financiamiento hipotecario, capital e interés.

Mientras el pago del alquiler, solo se compone de la renta, la cual puede ser menor a un financiamiento después de restar los intereses, esto nos puede permite la posibilidad de otra inversión que genere más rendimientos que una propiedad.

La pregunta es, ¿Realmente somos capacees de tomar ese dinero para inversiones?


Esto en realidad es un indicador, dándonos una referencia para determinar si, en la ubicación que nos encontramos es mejor comprar o alquilar. Haciendo una relación sobre el precio de venta y el alquiler anual.

Este cálculo es simple, es dividir el precio sobre el alquiler, interpretando si el resultado, es mayor a 20, es mejor alquilar y si es menor a 15 es una oportunidad de compra.

¿Qué sucede entre 16 y 19? Si este es el resultado, debemos considerar algunos aspectos más sobre nuestro estilo de vida y la proyección a futuro.



Con una inflación disparada, las primeras medidas aplicadas por los gobiernos son el aumento de las tasas de interés, lo que puede producir encarecimiento en la financiación de vivienda, llevándonos a tomar la decisión de alquilar.

Pero recordemos que los precios del alquiler también han subido. Todo esto nos hace que la decisión nos desconcierte un poco. Nos decimos entonces compremos antes de que sea tarde.

Lo que nos lleva a descartar esto como un factor decisorio, la realidad es que todo se resume a nuestro estilo de vida y la planeación al futuro, proyectado con nuestro flujo de efectivo.



Lo mejor pensar, sin afectar mi forma de vida actual, tenemos dinero para una cuota inicial, después de comprar tenemos dinero para adecuaciones, somos flexibles con nuestro presupuesto.

Rentar nos permite libertada en caso de que nos aburramos del entorno, ahorramos dinero en el mantenimiento. También, nos puede aumentar el pago mensual cada año, necesitamos pedir permiso para realizar adecuaciones, tal vez el propietario ponga en venta la vivienda.

Pero si compramos, tenemos estabilidad, libertad de hacer modificaciones, como es un activo, podemos tener rentabilidad. Pero, tenemos que pagar la mensualidad, los impuestos, los mantenimientos.

En conclusión, tomar esta decisión nos afecta en nuestra salud financiera, estilo de vida y objetivos personales. Todos, requieren de nuestros ingresos y como los regulamos para mantenerlos.

Así que, ser propietario no siempre es mejor que alquilar, y alquilar no siempre es tan simple como parece. Por eso debemos destacar muy bien las diferencias entre ambos.