Cada vez más la generación Millennials ingresan al Mercado Inmobiliario. Hoy se han convertido en el 50% de los compradores de vivienda. 


Su principal motivación es, no pagar toda la vida una propiedad, tomar ventaja de las tasas de interés históricamente bajas y ser propietarios antes de que los precios suban.


"Muchas veces esta generación, frena la decisión de compra, por la falta de tiempo, enfoque y dedicación para recorrer el mercado."


Piensan que se enfrentaran a dificultades muy complejas sobre el proceso de compra. Pero en realidad son tradicionales a la hora de llevar el proceso del cierre del negocio.


Aquí encontramos unos consejos para ayudar a desmitificar el proceso de adquirir una vivienda.

 


Lo más importante es estar listos para dar este enorme paso financiero. tomemos el tiempo para organizar nuestras finanzas, antes de revisar nuestro informe de crédito.


Esto nos permitirá realizar una proyección de como nuestros ingresos generadores de nuestro estilo de vida, se verían afectados por el pago de una cuota mensual de vivienda.


Además, nos permite poner en balanza si deseamos seguir viviendo en arriendo, con familiares o ser propietarios.



Lo primero que debemos hacer después de organizar nuestras finanzas, es solicitar un preaprobado financiero. Este nos muestra, la real capacidad de financiamiento que tenemos, el valor mensual que podemos pagar, así definir nuestro valor de compra máximo.


Una vez, con el presupuesto de compra, analizamos donde encontramos el valor de la cuota inicial. Muchos creemos que no tenemos el dinero, pero nos damos cuenta de que, este dinero está más cerca de lo que pensamos.


Por último, sabiendo donde encontramos el valor de la cuota inicial, definimos a este como cierre financiero, comenzamos la búsqueda de nuestra mejor opción, que puede ser una vivienda nueva o usada.

 



Conociendo el valor de compra máximo, la posible aprobación del crédito y la cuota inicial, si es vivienda nueva o usada. Ahora podemos tener claridad sobre las posibles zonas que podemos explorar.


Al investigar la zona, saldrán una serie de opciones de compra que podemos calificar, ubicando las que más se ajustan a nuestras necesidades y estilo de vida, tomando así una decisión sobre el valor a ofertar.


¿Por qué ofertamos o desistimos de una posibilidad? Sea vivienda nueva o usada, toda propiedad requiere de aplicar remodelaciones para completar nuestro estilo de vida. Esto requiere dinero el cual deseamos que este dentro de nuestro presupuesto.

 



Al comprar una vivienda nos debemos asegurar que, el vecindario se adapte a nuestro estilo de vida. 


Para esto debemos observar, transporte público, los desplazamientos que realizamos a diario en el desarrollo de nuestra vida diaria.

 


Cuando buscamos una propiedad, nos llenamos de emociones que se apoderan de nosotros. Por eso es importante la calificación de las Posibilidades, nos llevan a determinar si esas viviendas son adecuadas para nosotros en el tiempo.


Por ejemplo, si estamos casados, pero sin hijos y no hemos cerrado esa posibilidad, deberíamos proyectarnos a una vivienda de dos habitaciones como mínimo, en una zona donde se proyecte el desarrollo de los hijos a futuro.


Por otro lado, somos solteros con hijos, sin cercanía a familiares que nos puedan apoyar con su cuidado, una propiedad de 3 habitaciones sería ideal, para cuando tengamos visitas de familiares por una estadía larga.


Como vemos, no podemos tomar decisiones por la emoción del momento, ya que podemos vernos afectados en el desarrollo de nuestra vida cotidiana futura, por no encontrar una forma adecuada de evaluar las opciones del mercado.


Alcanzar el sueño de ser propietario de una vivienda es, una experiencia inolvidable, siempre y cuando apliquemos los consejos acá descritos, estos nos permiten hacer una evaluación minuciosa para planificar el proceso de compra, garantizándonos un resultado exitoso.