Como hemos mencionado, buscar y tomar una decisión sobre la vivienda ideal, nos puede parecer agotador, pero al final de la compra es lo más gratificante.
Pero como llegamos a esa decisión, a través de estos consejos, porque sabemos que es una resolución a una necesidad que NO se toma a la ligera.
Ya definimos nuestro presupuesto, sabiendo cuanto es lo máximo que podemos pagar, pasamos a desarrollar nuestros criterios de búsqueda, tomando en cuenta que cubran nuestras necesidades y estilo de vida.
Al realizar nuestra lista debemos incluir, la ubicación, tamaño, características y precio. En este último, no es lo mismo el precio de Publicación al de cierre, por lo que debemos establecer nuestro rango entre un 5% y 10% superior, a la cifra que estaremos verdaderamente dispuesto a pagar.
Si somos claros en estos criterios, nuestro agente inmobiliario solo nos presentara propiedades que cumplen con la mayoría de nuestra lista. La flexibilización de nuestras necesidades obedece a que podemos dejar pasar una excelente vivienda, por no ceder en uno de nuestros criterios.
Por otro lado, si tomamos la decisión de ir a ubicar la vivienda solos, tenemos la búsqueda inagotable de vivienda, visitando, visitando y visitando. Por no saber enfocarnos y conectarnos con nuestras necesidades, basándonos en los precios y ubicaciones acordes a nuestro estilo de vida, por lo que realizamos jornadas extenuantes por recorrer viviendas al azar.
Al momento de ubicar las opciones que más nos guste, ya que cumplen con la mayoría de nuestras necesidades. Nos reuniremos con nuestro Asesor Inmobiliario para que nos presente una evaluación de las alternativas, calificando, características, distribución, ubicación, precio, cuota inicial y pago mensual.
Guiándonos con este resultado que nos incline la balanza por una alternativa u otra. Una vez realizado esto, hacemos el Análisis Competitivo del Mercado, para determinar cual sería el precio que estamos dispuestos a Ofrecer, por nuestra elección.
Lo importante a recordar es que no debemos basarnos en el precio que se publico la vivienda. Que por general es un poco más alto al precio de cierre del mercado. Con ese valor que determinaremos presentaremos una oferta que no sienta el vendedor que es una ofensa, convirtiendo nuestra forma de pago en un muy atractivo cierre.
Una vez hemos definido el valor, presentaremos nuestra oferta al vendedor, aunque no se estila mucho, es mejor presentarla por escrito, con el objetivo para que el vendedor pueda analizarla a detalle y compruebe que nuestra oferta es atractiva en su forma de pago.
Nuestra oferta debe tener, precio que ofrecemos, el valor de la cuota inicial, la cancelación del saldo indicando, la entidad del financiamiento, la fecha de aprobación del crédito y el tiempo estimado del desembolso.
Lo anterior, muestra la seriedad de nuestra oferta y el vendedor es el que ahora tendrá que decidir si nuestra propuesta se ajusta a sus tiempos.
Como hemos visto, elegir la vivienda ideal puede ser subjetivo, por depender de cada uno de nosotros y nuestro estilo de vida, lo que es importante para unos es prescindible para otros.
Partamos entonces de la importancia de la selección de los criterios al momento de llegar a calificar una vivienda, dejando muy poco espacio a la improvisación, la cual puede llevarnos a tomar decisiones equivocadas.
Como la elección de la vivienda esta rodeada por numerosos factores que debemos conocer, tener toda la información posible, nos permitirán adoptar diferentes caminos frente a las situaciones.
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