En el articulo anterior podemos concluir que, con el tiempo y paciencia ilimitados, podríamos comprar con éxito nuestra vivienda, sin necesidad de un agente del comprador, al igual que podríamos reparar nuestro propio televisor.


Pero es probable que comprar una vivienda sea tan importante como cualquier cosa que hagamos en nuestra vida, por lo que hay muchas razones por las que debemos obtener toda la ayuda que se pueda, en especial cuando la ayuda no nos cuesta nada.



La mayoría de nosotros no tenemos como pagar en efectivo una compra de vivienda. Por lo que debemos repartir este pago en; Cuota Inicial y un Financiamiento Hipotecario.


Para determinar el precio máximo de búsqueda de vivienda, debemos conocer nuestra capacidad de endeudamiento por un crédito hipotecario, también nos definirá el valor real que necesitamos para nuestra cuota inicial.


Una vez tenemos estos dos valores, podemos comenzar a realizar un Análisis Competitivo del Mercado, precisando de esta manera el valor de la cuota del crédito, el tipo de financiamiento y el tiempo, con los cuales sentimos que se ajusta a nuestro estilo de vida.


En conclusión, nuestro primer paso para la compra es definir nuestro presupuesto de compra. Este nos llevara a concluir los otros pilares fundamentales para la toma de decisión, como, Ubicación, Características, distribución y Agregados.



Como mencionamos una vez determinamos nuestro precio de compra y teniendo el valor máximo de financiación presentes. Lo que nos falta para tener nuestro cierre financiero listo, es el valor con el que vamos a comenzar las negociaciones, más conocida como la cuota inicial.


Por lo general el mercado nos indica que debemos tener el 30% del valor de la vivienda. Este valor puede variar dependiendo del tipo de financiamiento que elegimos, cambiando el valor del mercado al 10% o 20%. Recordemos que, menor porcentaje de cierre, mayor es el valor del crédito y por consiguiente el pago mensual.


Para determinar el porcentaje de cuota inicial, tenemos varias alternativas, una es, el efectivo disponible. Otra es partir del precio de la vivienda o una combinación de ambos.


Lo importante es que, partiendo del precio que deseamos pagar, menos el valor del crédito, calculamos la cuota inicial, verificando si tenemos los recursos necesarios, este porcentaje nos definirá el tipo de financiamiento que se ajuste mejor a nuestro estilo de vida.


  


El siguiente paso es elegir el tipo de financiamiento, en este tenemos varios conceptos que elegir, el valor de la cuota inicial, la cuota mensual que cancelaremos y si este está dentro del pago de un arriendo por una vivienda similar, por último, el tiempo de ese financiamiento definiendo los intereses que vamos a cancelar.


Los principales son; crédito hipotecario divididos; Cuota Fija y UVR (Colombia) y el Leasing Habitacional. Todos tienen sus ventajas y desventajas, estas las podemos comprender dependiendo del valor de nuestra cuota inicial.


Lo más importante para la elección del financiamiento son; el pago mensual, el plazo, la tasa de interés, seguros, posibilidad de pagos anticipados, costo anual del crédito y costo total del financiamiento.


Como hemos visto hasta ahora, comprar una vivienda tiene muchas aristas, pero la más importante hasta ahora es definir nuestra capacidad de pago mensual, de esta forma focalizamos nuestra búsqueda, optimizando nuestra relación precio, ubicación y valorización, tomando así una buena decisión.


Con la ayuda de una Agente Inmobiliario, podemos definir muchas acciones, no tomando el riesgo de iniciar la compra de vivienda por cuenta propia, para después arrepentirnos. Por lo que sería fundamental capacitarnos en el WEBINAR PARA COMPRADORES DE VIVIENDA, donde nos regalan el E-Book sobre los pagos a seguir para ser propietarios exitosos.





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